domingo, 20 de enero de 2013

Capítulo 2. Camino a Ródenar. La Espada de Yster y Volmaak.


Held llevaba cabalgando toda la noche para llevar a tiempo el paquete a Ródenar. Held veía como Ulduz, su ciudad natal desaparecía a sus  espaldas. Held recordaba las palabras de su padre: “Intenta ir al trote todo el rato, porque si en algún momento tienes que correr, tu caballo podrá hacerlo”.

Held desenfundó su espada y la observó. Pensó: “Ojalá fuera más ligera. ¿Canto debe pesar? ¿Cincuenta Swars? Con que pesase la mitad me bastaría para poder manejarla bien a una mano”. Held enfundó la espada y continuó su camino.

El día anocheció y Held estaba cansado, pero Held quería entregar su paquete lo antes posible, por lo que continuó hasta que encontró el inicio del Bosque. Encendió una hoguera y cocinó algo para cenar. De repente oyó un ruido que salía del bosque, como un movimiento brusco entre los árboles. Held desenfundó su espada. Del bosque salió corriendo una persona.

-Held: Espera… ¿Volmaak?
-Volmaak: ¡Held! Qué alegría verte, quizás me puedas ayudar.
-Held: ¿Ayudar con qué?
-Volmaak: Con eso.

                Volmaak señaló al bosque, y destrozando dos árboles, salió una criatura enorme. Caminaba sobre dos enormes y robustas patas y en sus brazos tenía cuchillas de Yster, al igual que en sus colmillos de insecto. Era un temido Segador del bosque. El Segador rugió con fuerza.

-Held: ¿Pretendes matar eso?
-Volmaak: Si no lo matamos, nos matará él.
-Held: Pero, ¿Qué hiciste?
-Volmaak: No creo que sea el momento idóneo de hablarlo.

FLASHBACK

                Aproximadamente, diez años antes. Se ve a Held de niño sentado en la playa de Ulduz, su ciudad natal. Volmaak de niño y se sienta a su lado.

-Volmaak: ¿Qué tal estás?
-Held: Pues triste.
-Volmaak: Ya imagino…
-Held: Tú no sabes nada.
-Volmaak: Si, la verdad es que no se nada. Nunca he perdido un familiar, y menos nadie tan importante como una madre. Pero con solo imaginarlo intuyo parte de tu dolor.
-Held (entre lágrimas): Pero, ¿por qué ella?
-Volmaak: Pues porque si. No hay más motivo que el propio azar, nadie te está intentando molestar ni nada parecido, nadie te la a arrebatado. Simplemente se ha ido.
-Held: Eres un buen amigo, Volmaak.
-Volmaak (frotando la cabeza a Held): ¡Tú tampoco lo hacer nada mal!

                FIN DEL FLASHBACK.

                El segador se abalanzó sobre Held y Volmaak con sus afilados brazos, y ambos lo esquivaron. La criatura se giró hacia Volmaak, y aprovechando la situación, Held intentó cortarle un brazo, pero la espada rebotó. Held pensó: “¿Qué le pasa a la espada? Pesa mucho menos ahora.” El segador lanzó un brazo hacia Volmaak, pero este lo paró con su espada.
-Volmaak: Bicho insensato, ¿de verdad crees que no voy preparado?

                Volmaak se coló entre las piernas del Segador. El segador se dio la vuelta y corrió hacia Held y Volmaak. Ambos corrieron hacia el bosque.

-Held: ¡No podemos meternos en el bosque, a saber que nos encontramos!
-Volmaak: ¡Eso está hecho!

                Ambos corrieron hasta el inicio del bosque con el segador detrás. Cuando llegaron, Volmaak trepó un árbol y saltó hacia la espalda del Segador, y mientras caía, le propinó un corte en la espalda. La bestia gritó y se giró. Held, aprovechando que la criatura estaba de espaldas a él, intentó saltar sobre ella, pero el Segador giró su brazo de tal manera que atrapó a Held entre la parte no cortante de su brazo y un árbol. El segador movió su otro brazo y puso su otra cuchilla en el pescuezo de Held. Entre el cuello de Held y la cuchilla del segador, se encontraban las manos de Held, intentando parar aquella bestia.

-Held: ¡Volmaak, quiere que te desarmes!
-Volmaak: Joder, el bicho es más listo de lo que parece.
-Held: ¡Suelta tu arma, que si no me mata!
-Volmaak: ¡Pero no se supone que en estos casos tu tendrías que decir algo como “No te preocupes por mí, sálvame”!
-Held: ¡Me dan exactamente igual tus absurdos cuentos, yo no quiero morir aquí por tu culpa!
                Mientras ambos discutían, la cuchilla del segador cada vez se volvía más flácida, curvándose cada vez más por su propio peso. Volmaak se dio cuenta de esto, y decidió atacar. El Segador intentó cortarle el cuello a Held, pero su cuchilla estaba flácida y no cortaba nada. Volmaak le cortó al Segador uno de sus colmillos. El segador viendo su incapacidad soltó a Held y se volvió a meter en el bosque.

-Held: ¡Me podía haber matado, cretino!
-Volmaak: ¿No te has dado cuenta? Su cuchilla se estaba desafilando y ablandeciendo por momentos.
-Held: Y eso ocurre porque…
-Volmaak: Debía estar enfermo o algo, porque normalmente, el Yster de las criaturas duerme a la vez que la criatura.
-Held: Bueno, pues gracias por salvarme, aunque también gracias por meterme en este lio.
-Volmaak: Jajaja, perdona. ¿Tienes algo para cenar?.

¿Qué fue lo que atrajo al Segador? ¿Cómo continuará la historia? Todo en el siguiente capítulo.

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